PEDALES DE LEÓN
Pedales de León es una ruta circular de 220 Km y 6500 m de desnivel acumulado positivo que transcurre por el corazón de Picos de Europa. Gemma, Paco y Vega (integrantes del Bici Club Picassent), junto a Ali y Ángel fueron los ciclistas que concluyeron con éxito la aventura de 4 etapas que ahora relatamos.
Salimos para Cistierna, inicio de nuestra aventura, el sábado 14 de julio (por cierto, cumpleaños de Vega). Tras 8 horas de furgoneta con alguna parada para comer y estirar piernas, llegamos a nuestro destino. Eran las 19:00 h y lo primero que notamos al bajar de la furgoneta es el aire fresquito que hacía. En la oficina de Pedales del Mundo nos esperaba Eduardo, nuestro “chico para todo” porque literalmente ha sido así. Este chico es el que se encarga de TODO lo relativo a pedales de León y hemos de decir que el trato, los cuidados, la atención y servicios que nos ha prestado en todo momento han sido excepcionales. Después de recoger nuestras bolsas con los mapas y libro de ruta y de recibir indicaciones y consejos, nos dirigimos al hotel para cenar y dejar las maletas.
Al día siguiente, domingo 15 de julio, desayunamos y nos preparamos para iniciar la primera etapa: Cistierna-Lois (54 Km). El tiempo es muy bueno, manguitos a primera hora y luego calor seco que se aguanta muy bien. Salimos de Cistierna llaneando y comenzamos a subir muy lentamente. Pronto nos damos cuenta que cuando en el libro de ruta pone “fuerte subida”, suele ser a pie. Las subidas son cortas pero con mucha pendiente. En 11 km llegamos al primer collado, la subida ha sido muy dura, con tramos a pie tanto por la pendiente como por la complejidad del terreno: suelto y con mucha piedra. Empezamos una fuerte bajada que apenas disfrutamos porque estaba muy empinada y suelta. Desde la organización, Eduardo nos advirtió de la posibilidad de quedarnos sin pastillas de frenos (algo muy habitual) y ello nos obligó a no apurar frenadas y andar con mucho ojo. En nada bajamos 300 m y llegamos al Control nº1: Sabero. Cuñamos nuestro libro de ruta y sin parar, todavía estamos frescos, seguimos. En poco, iniciamos una senda por una calzada romana preciosa y nos juntamos a tramos con otros ciclistas como nosotros. Pasamos por varios pueblos y fuentes muy frías subiendo y bajando continuamente. Coronamos otro collado en “fuerte subida” y la bajada nos lleva al Control nº2: Crémenes. Cuñamos y paramos a comer. Después de reponer fuerzas nos espera lo más duro de la etapa. Comenzamos subiendo 400m en 7 Km siguiendo un PR. Volvemos a bajar muchos metros y afrontamos la subida más dura del día a la Collada de Lois. Es una subida de 5 km y 400 m de desnivel acumulado que transcurre en una pista forestal llena de vacas enormes que te obligan a parar de vez en cuando, eso si la pendiente no te ha tirado antes. Nos toca empujar mucho la bici, el terreno está muy suelto y entre risas y desespero llegamos a la Collada. A partir de ahí nos espera una bajada fuerte de piedra suelta que tras 4 Km nos lleva a Lois, nuestro primer destino.
A la mañana siguiente comenzamos nuestra segunda etapa: Lois-Valdeón (60 Km). Sin duda, esta sería la etapa más bonita de toda la ruta. Salimos de Lois y el tiempo nos sigue acompañando: sol y calor sin nubes. Nos dirigimos a Liegos subiendo una pista cuya pendiente nos permite hablar y bromear y allí nos espera nuestro Control nº3. Cuñamos y seguimos, sólo llevamos 10 Km y estamos frescos. Comenzamos una subida preciosa por senda y pista rodeada de helechos que nos conduce a un prado.
La subida se endurece y el terreno con hierba lo complica más todavía. Al final de la subida nos adentramos en una senda de bajada que nos entra al Hayedo, un parque natural de una belleza espectacular. Seguimos la senda que trascurre entre piedras y arroyos y nos toca bajar de la bici por la dificultad del terreno. Bajada muy empinada con mucho barro y piedras. Estamos rodeados de hayas y robles y bajamos enfangados disfrutando de tanta belleza. Tras 3 Km, salimos del Hayedo y comenzamos una bajada espectacular de 6 Km en la que descendemos 711 m de desnivel. Llegamos al Control nº4: Oseja de Sajambre. Cuñamos y comemos, necesitamos reponer fuerzas para afrontar la segunda parte de la etapa. Estamos a 766 m de altitud y hemos de subir a 1418 m en 7 Km. La subida es dura pero transcurre a lo largo de una senda preciosa bordeada por helechos que nos lleva al puerto de Panderueda. Desde allí tan sólo nos quedarían 12 Km de llaneo y bajada con saltos hasta llegar a Posada de Valdeón.
Al día siguiente nos esperaba un día de “descanso activo” que resultó ser muy activo. La idea era hacer un pateo por el Cañón del Cares, la verdad es que estar en Valdeón y no hacerlo es un crimen porque es un paisaje espectacularmente precioso y sólo se puede hacer andando, en bici está prohibido. Caín, el pueblo desde dónde sale la ruta a pie está a 9 Km de Valdeón así que gracias a las gestiones de Leandra, la dueña de la pensión Begoña donde nos alojábamos, pudimos bajar en bici y guardarlas en una planta baja de un primo suyo. Solo comentaré que cuando nuestro chico de Pedales de León, Eduardo, se enteró que los valencianos habíamos bajado a Caín en bici dijo: “estáis locos, nadie baja en bici porque luego se sube más desnivel que en toda la Pedals”, y razón no le faltaba. Subimos por carretera unas pendientes de vértigo y nuestro descanso acabó por activarse. El pateo por el Cares fue precioso y nos acompañaron el marido de Gemma, Fermín, y sus hijas, Mar y Valle.
Al día siguiente nos esperaba nuestra tercera etapa: Valdeón-Prioro (54 Km). Salimos de Valdeón subiendo y en 9 Km subimos 633 m de desnivel, algo a lo que ya nos estamos acostumbrando. La subida es parte carretera y parte pista por lo que cogemos ritmo y se hace llevadera. Llegamos al puerto de Pandetrave y bajamos para llegar al Control nº 5: Portilla de la Reina. Cuñamos y seguimos. Continuamos bajando atravesando varios pueblos y entramos en una pista de tierra con piedra algo suelta que va ganando poco a poco altura. En 6 km llegamos a un collado a 1530 m de altitud. La subida se nos ha hecho pesada ya que transcurre por una garganta cerrada, son las 2 de la tarde y hace un calor sofocante. Coronamos y comenzamos a bajar progresivamente hacia Besande pues en los pueblos anteriores no hay ningún sitio para comer y las fuerzas flaquean. Paramos a comer a sabiendas que sólo nos quedan 7 Km para llegar a nuestro destino pero como seguro que son en subida, necesitamos reponer fuerzas. Y así es, salimos de comer subiendo y a mitad recorrido comenzamos a bajar y divisamos nuestro destino: Prioro.
El último día afrontamos con un toque de tristeza nuestra última etapa: Prioro- Cistierna (52 Km), esto se acaba. Salimos más pronto que otros días y como la etapa no parece muy complicada decidimos comer en Cistierna, nuestro punto de destino. Salimos subiendo por carretera y pronto cogemos una pista que nos adentra en un bosque muy variado con predominancia de pino que se cierra muchas veces por el exceso de vegetación. Tras 7 Km de preciosa y llevadera subida llegamos a la “Collada de Galeros”. A partir de aquí y hasta nuestro último control en el “Santuario de la Virgen de la Velilla”, el recorrido es un auténtico rompepiernas con constantes subidas y bajadas. Cuñamos y nos esperan 5 km de senda muy bonita entre bosque de roble y matorral que nos conduce al último collado de nuestra aventura. Nos quedamos con un buen sabor de boca, el esfuerzo ha valido la pena. Comenzamos a bajar por un camino roto y pedregoso y Ángel y Gemma tienen un “sustito”, se tocan los manillares y se van al suelo, por suerte sin consecuencias. Nos quedaban tan sólo 12 Km de falsos llanos, solana y mucha hambre hasta llegar a nuestro destino: Cistierna.
Comimos en el hotel donde nos alojábamos, lavamos las bicis y la sorpresa del viaje fue que teníamos incluida una hora en el Spa del hotel. No nos lo pensamos, nos pusimos los bañadores y junto a las hijas de Gemma pasamos un rato relajado a la vez que divertido.
Destacar que nuestra única avería fue el pinchazo de Ali faltando 2 Km para llegar al final de todo por lo que hinchamos y tiramos. No teníamos fuerzas de reparar.
Agradecer a “Pedales del Mundo” y en especial a Eduardo, toda la organización y la atención que nos han prestado, a Fermín, Mar y Valle por su paciencia cada día esperándonos y a todos nosotros, Vega, Ali, Gemma, Paco y Ángel, por llevarnos tan bien, no tener problemas y ser los mejores compañeros.
A planear la aventura del 2013 …………………….
Ruta del 15-07-12 al 19-07-12
Texto: Vega Pascual