José Villanueva, en el Angliru.

Me hospedo en la vega Riosa, más exactamente, en la pensión de Zoraida, donde nos tratan como reyes. Verde por todas partes y la lluvia como pegadiza compañera. Por imposibilidad de tipo mecánico, me veo obligado a realizar mi etapa reina con una bici de montaña. La noche antes de iniciar la ascensión llegan a la pensión unos ciclistas de Aranda del Duero, lo que significa que no subiré “solo”, ya que mi socio y compañero de viaje, Men va a subir andando.

Que os puedo contar de ésta, ya, mítica ascensión, pues que de entrada te produce un terrible “canguelo”, no puedes dejar de pensar en esos 13,1Km al 10,13 % de pendiente media y con una pendiente máxima del 23,6% (superior al Mortirolo), en la famosa Cueña les cabres. Al inicio de la ascensión decido subir con un desarrollo cómodo, lo que me facilitará el recorrido no sólo mentalmente sino físicamente, tanto es así que los de Aranda me dejan tirado como una colilla al poco de iniciar la ascensión, pero bueno ahí que dejar constancia de que iban con bicis de carretera.Jose Villanueva, junto a su amigo en el alto del Angliru. Todo fenomenal hasta los 6 primeros kms, hasta llegar a Viapará, y con una ascensión ligera y cómoda, pero a partir de ese punto llega el infierno, el sudor se convierte en un complemento adicional a tu cuerpo, y cada vez que observas lo que te espera, te recorre una sensación de alegría y de terror por partes iguales. Les Cabanes al 20%, Los Picones al 18%, Cobayas al 17% y por fin la Cueña les Cabres una rampa infernal al 23,6% y que donde a mitad de pared, soy sorprendido y adelantado (me quita los adhesivos), por una atleta catalana corriendo como una posesa, así que después de esto, decido poner un minuto el pie en tierra y reflexionar sobre la posible existencia de vida extraterrestre…; reinicio la ascensión creyendo que estaba todo hecho y me topo con otro muro al 20% el Aviru, así que me queda sufrir todavía más hasta poder coronar, y disfrutar de la tranquilidad de la sierra, del pico Gamonal y sobre todo de la amabilidad de unos ganaderos que se encontraban en la cima. Bueno un saludo a todos y os recomiendo esta experiencia.

Redacta:

José Villanueva