El Bici Club Picassent en PEDALS DE FOC.

Llegamos a Vielha el miércoles a las 7 de la tarde, llovía bastante. El grupo lo formábamos Robeto, Ángel, Paco, Alicia y yo (Vega). Nos dirigimos a las oficinas de “Pedales del Mundo” donde nos dieron nuestras bolsas y algunos consejos de gran utilidad. Fuimos al hotel y dejamos los coches hasta que volviéramos a por ellos el domingo. Habíamos organizado la travesía en 4 etapas de 50 , 45, 40 y 80 Km para el final ya que tuvimos problemas para reservar la cuarta noche en un punto más alejado. Las previsiones del tiempo eran bastante buenas excepto para el domingo, nuestra etapa más larga, pero eso aún quedaba muy lejos y no nos preocupaba demasiado.

Paco, Vega y Roberto, los protagonistas del Bici Club Picassent.

A la mañana siguiente, jueves 14 de julio (por cierto, mi cumpleaños), nos esperaba un taxi para pasarnos con las bicis a la otra parte del túnel de Vielha ya que tiene 5 Km y está prohibido circular en bici. Nuestras maletas mientras tanto irían en otro taxi hasta nuestro siguiente alojamiento.

A las 9 de la mañana comenzamos a pedalear con maguitos y chuvasquero aunque pronto nos empezó a molestar. El valle era impresionante y a medida que nos adentrábamos en él se hacía más espectacular. Pronto nos dimos cuenta que los tracks que llevaba Ángel en el GPS no coincidían con nuestro libro de ruta y era imprescindible tenerlo  a mano para no equivocarse. Conocimos a unos catalanes que nos acompañaron toda la etapa.  Al principio seguimos una GR que pronto abandonamos para comenzar unas pistas, senderos y caminos con agua, piedras, escaleras y tramos muy técnicos. Tras 21 Km de bajada y llano llegamos a nuestro primer control. Hasta ahí nos ha parecido muy llevadero y sobre todo precioso. Comenzamos nuestra primera ascensión seria al Coll de Serreres en el Valle de Boí. Subimos a ritmo los casi 7 Km de puerto disfrutando del paisaje, sale el sol y sobra todo.  Tras coronar comenzamos un bajada muy técnica llena de escaleras y piedras en la que nuestro amigo Roberto toca el suelo. Afortunadamente no es nada y volvemos a subir 4 Km para llegar a nuestro 2º puesto de control. Decidimos comer allí ya que lo recomienda la organización y luego sólo nos quedan 7 Km hasta llegar al final de nuestra 1ª etapa. Acabando de comer comienza a llover, ¡nos vamos a mojar seguro!. Nos ponemos los chuvasqueros y nos preparamos para subir los 4 Km de ascenso al Coll de Sant Salvador. Algunos han dado demasiada buena cuenta de la comida y se les atraganta un poco. Subimos concentrados, llueve bastante y no nos queremos enfriar. Coronamos y tras 3 Km de bajada llegamos a nuestro destino: Gotarta. Estamos empapados pero hay lavadora-secadora, así que tras la ducha, estiramientos y una buena charraeta, cenamos estupendamente y nos vamos a dormir porque mañana hay más.

Comenzamos nuestra segunda etapa con un día espléndido, dispuestos a afrontar los primeros 10 Km de ascensión por una pista de piedra suelta que se atraganta bastante, difícil coger ritmo por lo complicado del trazado pero al llegar arriba todo el esfuerzo compensa y disfrutamos de unas vistas alucinantes. A los pocos Km del ascenso pasamos por nuestro control 3 y sólo paramos a cuñar. Bajamos un poco, pasamos por algunos pueblos y comenzamos a subir de nuevo hasta el Coll de Sas. Paramos y hacemos alguna foto, comemos algo y nos preparamos para la magnífica bajada que según el libro de ruta nos espera. No nos defrauda y la disfrutamos mucho. Bajando llegamos a Les Esglesies, nuestro 4º puesto de control. Decidimos comer y descansar con calma disfrutando del soleado día. Esta vez la comida es menos copiosa pues nos queda una ascensión dura al Coll de l’Oli de 7 Km y 600 metros de desnivel. Comenzamos a subir por una pista pedregosa y con una fuerte pendiente, en nada ganamos altitud y comenzamos a coronar collados. Cogemos un senda poco clara en la que seguimos unas marcas amarillas y el terreno se vuelve arcilloso con grandes desniveles. Pasamos tramos a pie ya que la subida es muy rocosa y empinada. Llegamos al Coll de l’Oli y otra vez las vistas vuelven a ser espectaculares. Empezamos una trialera de bajada  muy técnica con tramos a pie y esta vez es Ali la que nos da un pequeño susto. Por suerte no es nada y todo queda en unos cuantos moratones. Seguimos bajando, pasamos por algunos pueblos y subimos los últimos 6 Km que nos llevarían al último control del día y nuestro punto de descanso hasta la etapa siguiente.

Nos duchamos y preparamos la etapa del día siguiente. Es una etapa corta de 40 Km que nos lleva a Espot. Las previsiones para el domingo, nuestra última etapa, empeoran y nos asusta un poco hacer los 80 Km de etapa con lluvia, temperaturas bajas y desniveles muy altos. Planteamos diferentes estrategias para llevar dos mudas, secar ropa en algún punto intermedio, salir muy pronto, …Hasta que de repente Ángel comenta que hay una opción más clara, hacer las dos etapas que nos quedan en una: 120 Km, 3000 de desnivel y previstas 15 horas. Tras algún momento de pánico y para librarnos del temporal, estamos todos de cuerdo y sólo queda hablar de cómo vamos a afrontar “el reto”: comida, bebida, ropa, etc.

A la mañana siguiente nos levantamos con la sensación de no haber dormido mucho, coincidimos en que estabamos todos nerviosos por el “desafío extrem” que nos esperaba, bromeamos en el desayuno, recargamos bien de energía y a las 8:30 estábamos encima de la bici para empezar nuestra tercera y última etapa. Teníamos que llamar a la organización para informar de nuestros planes y asegurarnos que nuestras  maletas llegaran  correctamente a su nuevo destino. El día era espléndido y eso nos animó más.

Salimos y nos esperaba el primer reto: la subida al Coll del Triador, una ascensión de 12 Km sin descanso por pista en buen estado y con 1000 m de desnivel. Subimos todos juntos a buen ritmo, hablando,  bromeando y disfrutando de cómo cambiaba el paisaje a medida que ascendíamos. Dejamos atrás la vegetación arbórea para disfrutar de enormes prados y de una gran cantidad de vacas y caballos pastando. Coronamos a las dos horas y desde allí aún nos quedaban 10 Km de falso llano hasta alcanzar el Coll de la Portella y “techo de la Pedals de Foc” a 2268 m de altitud. Admiramos el paisaje y nos sorprende la altitud a la que hemos ascendido, nos abrigamos un poco y comemos algo antes de empezar la espectacular bajada que por pistas nos conduciría hasta Espot. Allí estaba el control 6. Cuñamos, vamos bien de tiempo y comemos un bocata rápido. Estamos animados a continuar y volvemos a intentar contactar con la organización. Por fin nos cogen el teléfono y nos desaniman bastante. La chica de la organización con la que hablo me dice que no lo hagamos, que es una locura, que desde Espot aún nos quedan 8 horas y si tenemos cualquier avería, caída, etc, se nos hace de noche y no llegamos. Pese a todo, estamos animados a continuar nuestra aventura y las maletas ya van camino del nuevo destino así que le digo que seguimos adelante y nos ponemos de nuevo a darle a los pedales.

Salimos de Espot  y en 15 Km llegamos al control 7. Desde allí cogemos una senda que nos adentrará en el bosque. La senda es muy bonita, siempre de subida y con tramos a pie. Tras 6 Km llegamos al Bosque de Gerdar, tramo no ciclable durante 2 Km, y subimos hasta una cota de 1623 m.  Volvemos a bajar y nos queda afrontar nuestra última subida de 23 Km al puerto de la Bonaigüa. La subida se hace muy llevadera porque la pendiente es muy suave y tiene tramos de descanso con bajadas cortas. El entorno es muy bonito y eso nos ayuda más a seguir pedaleando. Llegamos al refugio de Montgarri, control 8, y sabemos que prácticamente lo hemos conseguido. Cuñamos, descansamos un poco bebiendo y comiendo y decidimos continuar ya que es tarde y aún nos quedan 25 Km hasta Vielha. Entonces Roberto dice que no se encuentra muy bien, que paremos un poco más, está mareado y tiene frío. En definitiva: tiene un “pajarón” con todos los síntomas. Bebe, le damos glucosa, se tranquiliza y tras un ratito lo animamos a seguir a la marcheta. Nos quedan 5 Km de subida hasta Plan de Beret y 20 de bajada hasta Vielha.  Llegamos al parking de Beret y nos felicitamos. Ya casi lo tenemos. Nos abrigamos con chuvasquero para comenzar a bajar los últimos 20 Km, en su mayoría por senda  estrecha, frondosa, preciosa e impresionante, que nos llevarán hasta Vielha.

Llegar a Vielha supuso una alegría y una emoción increíbles. Fue un día duro, estabamos cansados pero muy satisfechos. Al final 13 horas en las que fue todo un lujo disfrutar de la compañía de mis compañeros: Alicia, Ángel, Roberto y Paco y gracias a que formamos un gran grupo conseguimos con éxito nuestro reto.  Ha sido una experiencia increíble que tendremos que repetir con otro circuito de Pedales del Mundo.

Crónica: Vega Pascual Ballesteros.